Su principal anuncio fue la transición de una república superpresidencialista a una república presidencialista con un parlamento fuerte.
“Necesitamos medidas verificadas sobre la reestructuración del modelo político de desarrollo de Kazajistán. Sobre todo, estamos hablando de una transición definitiva de una forma de gobierno superpresidencial a una república presidencialista con un parlamento fuerte”, dijo Tokáyev en un discurso ante una sesión conjunta de las cámaras parlamentarias.
“Hoy tenemos al presidente en el centro de todo: esto no está bien. Debemos ir abandonando poco a poco esta práctica”, dijo el jefe de Estado. Sin embargo, subrayó que “en la etapa inicial del desarrollo del país estaba justificada la forma de gobierno superpresidencial”.
Tokáyev sugirió la abolición de una serie de poderes presidenciales. En particular, para revocar o suspender los actos de los “akims” (alcaldes) de “oblast” (ciudades de importancia nacional), así como para destituir a los “akims” de distrito e incluso de pueblo. El sistema vigente, en su opinión, reduce la independencia de los órganos ejecutivos locales.
También propuso la introducción de una ley que prohíba a los familiares directos del presidente ocupar puestos como funcionarios políticos y dirigentes del sector cuasipúblico.
Tokáyev dijo que pretende acabar con la concentración de poder en manos de una sola persona, por lo que renunciaría a la presidencia del partido gobernante, AMANAT, (antes conocido como Nur Otan).
Aseguró que considera errónea la “fusión de actividades estatales y políticas” y, por tanto, la “dominación política”. También propuso la introducción de una disposición que obligue a los presidentes y miembros de la CEC, la Comisión de Recuento y el Consejo Constitucional, a abandonar el partido AMANAT. Los “akims” regionales tampoco dirigirán las secciones del partido.
“La historia de la democracia es ante todo una historia de mejora de los procedimientos electorales. También es un historial de control del cumplimiento de las leyes electorales”, subrayó Tokáyev.
Entre sus iniciativas para mejorar el proceso electoral está la de permitir a los partidos hacer campaña en las redes sociales. Además, ante el aumento global de las amenazas híbridas, propuso adoptar medidas legislativas para evitar la injerencia de extranjeros en las elecciones del país.
Tokáyev se mostró también dispuesto a apoyar el cambio de nombre de la ciudad Kapshagai (en el sur de Kazajistán) por el de Kunayev (en honor al primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Kazajistán, Dinmukhamed Kunayev).
Tokáyev dijo en relación con los sucesos de enero que la investigación sobre esos hechos “continúa a un ritmo intenso, en un régimen de secreto. Les aseguro que todos los responsables de estos trágicos sucesos serán castigados, sean cuales sean los cargos y posiciones que ocupen en la sociedad”.
“Entre los que intentaron el golpe de Estado se encontraban personas prominentes. Los altos funcionarios traicionaron al Estado”, insistió Tokáyev.
Tomar el poder por la fuerza era el objetivo último de los disturbios masivos registrado a principios de enero pasado en Kazajistán, en los que murieron 240 personas, entre ellos civiles y también niños, declaró el pasado lunes el fiscal general de esta república centroasiática, Berik Asilov.